Diana González
Monterrey
Ilustración por Karina Sánchez
Texto elaborado por Paola Guzmán
Apasionada por la gente, así es Diana. La menor de 5 hermanos y originaria de Monterrey. La más dichosa por tener una familia numerosa, unida y amorosa. Y agradecida con Dios de cada momento de su vida, de grandiosos padres e hijos y de tener la oportunidad día con día de poder servir y apoyar a las personas.
Hace más de 15 años que es parte de la familia AlEn y su motivación por lo que hace sigue creciendo desde ese primer día, pues no hay nada mejor que hacer que lo que le encanta, y para Diana, es el poder tener la oportunidad de cambiarle la vida a las personas, transmitirles su conocimiento y crear conexiones. Esa es la mejor forma para dejar su huella.
A finales de 2018 recibió una noticia que pasó de ser un chequeo médico a una de las lecciones más grandes en su vida; le diagnosticaron cáncer tiroideo. Su mundo se movió por completo. Pensamientos, preocupaciones y angustias pasaron por su mente, tenía miedo, pero su fe y actitud de seguir adelante era más grande que todo. Sabía que era voluntad de Dios y Él le había permitido detectarlo a tiempo.
Ahora Diana está por concluir su periodo de remisión y agradece por todo el proceso que ha vivido. Agradecida de poder detectarlo oportunamente, de las muestras de cariño, de la fortaleza que le dieron sus hijos, su familia y amigos, pero, sobre todo, agradecida con Dios. Porque esto la ha llevado ayudar y apoyar a personas que están pasando por algo similar.
Su fe y misión de vida se fortalecieron aún más. Quiere hacerle saber a los demás con su amor, con detalles, experiencia, profesión y atenciones, que cuentan con ella en el momento que la necesiten, que está ahí para ellos. Esa es la forma en la que Diana quiere trascender. Dando lo mejor de sí misma, sin importar a quién y sin recelo. Su meta en la vida es poder transmitirle esto a sus hijos para que también lo vivan, formarlos como buenas personas, verlos crecer y que sean felices.
Diana recientemente también logró uno de sus sueños, obtener una maestría. Y quiere decirles a todas que no desistan de las metas o sueños que quieran alcanzar. Puede haber desviaciones en el camino o prioridades, sobre todo si eres responsable de una familia o casa. Pero viene el momento, ese día va a llegar y ¡no hay que a quitar el dedo del renglón! Siempre perseveren, busquen la forma y con buena actitud lo van a alcanzar.
“En nosotras está el poder de ayudar a los demás. Es la forma en la que podemos trascender como personas, dejen lo mejor que tienen, sin importar quien sea. Denle sin recelo.”
Diana González, Jefatura de Reclutamiento y Selección, Monterrey